lunes, 28 de septiembre de 2015

SUCEDERÁ ?




Él le miró las manos, imaginando todo lo que habían anidado en su tacto. Caricias, lágrimas, cartas de amor y alguna que otra carta de despedida. Cuánta magia vivía en ellas, pensó. Y ahí mismo agarró sus manos, y en el intercambio de tactos, de temperaturas, los dedos de ella respondieron entrelazándose con los de él, dejando que las yemas se contaran su cariño; como si se reencontraran, como si ya se hubieran querido.




No hay comentarios:

Publicar un comentario