viernes, 25 de septiembre de 2015

VIENE BIEN RECORDARLO DE VEZ EN CUANDO . . .




EL VALOR DE LAS PERSONAS


Cómo se mide el valor de una persona?
Por su apariencia, por los bienes que posee, por las cualidades que posee?
Por dónde pasa realmente?
Quién vale más?
El que cosechó riquezas o el que cultivó amistades?
Cuál valor pesa más a la hora de elegir?
Muchas veces valoramos a aquellas personas que son sencillas,
desprovistas de bienes materiales,
pero, somos muy hipócritas 
ya que no somos capaces de volar en ese cielo,
de seguir sus vuelos.
Qué importa más,
ver un amanecer o la ventana por donde vayamos a mirarlo?
No es fácil.
Vivimos inmersos en una sociedad que no ve más allá 
de las marcas de ropa que llevás,
más aún,
no ser parte de ella implica nadar contra la corriente
y ser catalogado de loco.
Lamentablemente nuestros hijos crecen en un mundo 
donde vale más un mensaje por whats app
que mirarnos a los ojos,
una vuelta en coche a una caminata tomados de la mano,
una cena en el mejor restaurante
a una comida preparada en casa,
un ramo de rosas a una flor robada de un jardín.
Hace falta preguntarnos entonces
cómo se mide el valor de una persona?
Acaso no nos damos cuenta que la mayor riqueza
es la del alma?
Que la felicidad está en el dar y no en el de acumular?
Que los valores no se materializan sino que se demuestran en nuestros actos?
Por eso, 
no prejuzguemos al otro  por miedo a no saber vivir como ellos, 
que la libertad de espíritu 
solo necesita de AMOR .

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