viernes, 25 de diciembre de 2015



Con el tiempo he aprendido a no creer en las palabras sino en las actitudes, porque a las primeras las rige la mente y las segundas son el reflejo de la esencia.
Aprendí, que no es cierto que la primera impresión es lo que cuenta, que se necesita mucho más que eso para crear un concepto y ese punto todavía es relativo.
Aprendí, que no importa lo que digan, si no hago lo que siento.
Aprendí que es más fácil levantarse de una caída, si me animo a saltar, que vivir lamentándose de lo que se hizo o no se puedo hacer…
Aprendí a ser libre, reconociendo mis puntos débiles y enfrentando mis miedos, antes de que estos me consuman y me sequen.
Aprendí que no es el tiempo el que sana las heridas sino el amor y la compañía.
Aprendí, que cuando se ama de verdad, queda marcado a fuego para siempre .. y nada vuelve a ser igual.
He aprendido, que estar de un lado o estar de otro, es solo una barrera social, que cuando uno se atreve a escuchar la voz del corazón, crea su único y propio lado y ese es el que en verdad cuenta.
Aprendí a animarme, a arriesgarme, a jugarme y pelear por lo que creo que vale, porque eso me hace sentir realmente vivo, aunque se convierta a veces en algo peligroso.
Aprendí a seguir, aún, cuando creo que no puedo más...
y por Todo lo que Aprendí y Viví ...
por Todo lo que me resta por Aprender y Vivir ...
y por Todo esto que Vale la Pena
decidí a vivir un nuevo año donde habrá mucho mas que aprender y a soñar.
Damas y amigos, les deseo de todo corazón una hermosa Navidad y un feliz año 2016, 
disfruten de la vida esa vida que nos hace soñar.





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