domingo, 28 de febrero de 2016






A un Ángel se le preguntó 
¿Cuál es el peor castigo? 

Y el Ángel respondió; 

Que entregues tu corazón,
y las puertas estén cerradas.
Que teniendo alas
no puedas alzar el vuelo...
Que por mirar siempre el pasado
no avances...
Que por no perder todo
no te atrevas a empezar de cero.
Que entregues tu alma
y no haya brillo en sus ojos....
Que entregues tus besos,
y roces unos labios fríos...
Que entregues tus manos,
y te encuentres siempre caída.
Que entregues tu sonrisa,
y no te reflejes en su rostro.
Que entregues tus caricias,
y no recibas un cálido abrazo.
Que entregues tu llanto,
y no tengas consuelo.

Que entregues tus sueños,
Y no exista futuro.
Que entregues tus palabras,
Y obtengas un vacío.
Que entregues tu integridad,
Y ganes debilidad.
Que entregues tu espalda,
Y cargues con tu lamento.
Que entregues tu cuerpo,
Y no haya calor
Que entregues tus pies,
Y camines un desierto de agonía.

¡Tú me preguntas!
¿Cuál es el peor castigo?
Y yo te respondo;
Amar... y no ser amado.

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