Entre miradas y sonrisas se nos fue la tarde
una sola bastó para comprender un amor intenso
fuimos como las olas que van unidas a la sal
enamorándonos en la arena de miradas junto al mar.
Nuestro primer abrazo lleno de calor
quemó mi piel como un rayo de sol
traspasando mi alma y mi corazón
envolviéndome entre tu fuego y mi pasión.
Besos que me volvieron prisionera
de tus labios tiernos en principio
llenos de locura y demente pasión
estallando fuerte en mi corazón.
Manos inquietas recorriendo la piel
entre la ternura y el deseo
quebrantando mi voz entre suspiros
sumergiéndome sin pausa en tus caminos.
Te siento cada día rozándome invisible
miro las huellas de tus manos en mi cuerpo
convirtiéndote en mi amor y en mi dueño,
en mi mundo de sirenas y de ensueños.
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